En 1995, la televisión española recogió unas palabras que aún hoy despiertan controversia. El Dr. Fermín Moriano, médico y divulgador, afirmaba que el concepto de metástasis —una de las piedras angulares de la oncología moderna— era erróneo. Según él, jamás se había demostrado de forma directa que células tumorales viajen por la sangre y se implanten en otros órganos, y que lo que llamamos “metástasis” podría ser en realidad nuevos focos tumorales originados por conflictos biológicos distintos.
Moriano señalaba:
“Nunca se ha encontrado una célula cancerígena viajando por la sangre. Y sin embargo, la medicina clásica mantiene que un tumor puede ‘migrar’ de un órgano a otro. Esa teoría nunca se ha demostrado, y genera un pánico atroz en los pacientes” (1).
Su postura, inspirada en parte en la Nueva Medicina Germánica del Dr. Ryke Geerd Hamer, proponía que el cáncer no era un enemigo que se propagaba como una plaga interna, sino la respuesta biológica del cuerpo a conflictos emocionales intensos y shocks vitales (2).
El debate que abrió Moriano
Para la oncología clásica, la metástasis es un proceso demostrado: células tumorales primarias logran invadir tejidos, entrar en vasos sanguíneos o linfáticos, viajar como células tumorales circulantes (CTCs) y colonizar otros órganos (3). Hoy existen incluso técnicas para aislar y estudiar estas células en sangre periférica (4).
Sin embargo, lo que Moriano planteaba era otra lectura: que el diagnóstico de cáncer en sí mismo podía generar tal impacto emocional en el paciente que activaba nuevos conflictos biológicos, dando lugar a lo que clínicamente se interpreta como metástasis. Dicho de otro modo: las “metástasis” serían en realidad nuevos programas biológicos activados por shocks emocionales sucesivos.
La teoría de Hamer: el cáncer como respuesta a un conflicto biológico
Hamer sostenía que cada tipo de cáncer estaba vinculado a un conflicto emocional específico y a un “relé” cerebral que regulaba el órgano afectado (2). Por ejemplo:
- Miedo a la muerte → cáncer de pulmón.
- Miedo a perder a los hijos → cáncer de hígado.
- Pérdida afectiva → cáncer de mama.
En esta perspectiva, lo que se diagnostica como metástasis no sería un tumor “viajando” sino otro foco generado por un nuevo conflicto vital.
Metástasis y ciencia actual: ¿qué sabemos hoy?
La ciencia contemporánea ha documentado ampliamente la existencia de células tumorales circulantes (3–5). Su presencia se asocia con peor pronóstico y recurrencia. Además, existen modelos experimentales que muestran cómo células malignas pueden invadir, sobrevivir en la circulación y adaptarse a un nuevo microambiente.
Pero hay un punto donde la visión de Moriano y Hamer conecta con la medicina psicosomática: no todo en la progresión del cáncer puede explicarse únicamente por biología celular. El impacto del diagnóstico, el estrés crónico, la depresión y la falta de esperanza tienen efectos inmunológicos medibles (6,7).
El papel de la actitud y la mente en la evolución del cáncer
Aquí se abre un terreno fértil y lleno de evidencia: la psiconeuroinmunología ha mostrado cómo el estrés, la ansiedad o la desesperanza deprimen la función inmunitaria, mientras que la resiliencia, la espiritualidad y el apoyo social mejoran la calidad de vida y, en algunos casos, la supervivencia (8,9).
Un metaanálisis en Cancer concluyó que los pacientes con actitudes positivas y buen afrontamiento emocional presentan mejor adaptación, menor depresión y, en algunos casos, supervivencia más larga (10).
Otro estudio en Journal of Clinical Oncology mostró que los pacientes con mayor esperanza espiritual tenían niveles más bajos de marcadores inflamatorios y mejor evolución clínica (11).
Como bien decía Moriano, el miedo atroz al diagnóstico puede convertirse en un factor devastador. El propio diagnóstico puede actuar como un “segundo golpe” que debilita al paciente, no sólo psicológica, sino biológicamente.
Una invitación a reflexionar
La medicina clásica dirá que la metástasis es un proceso biológico, y tiene evidencias para sostenerlo. Fermín Moriano y Ryke Geerd Hamer afirmaron lo contrario, proponiendo que lo que interpretamos como “metástasis” son en realidad nuevos conflictos emocionales somatizados en el cuerpo.
La verdad, quizá, no esté en los extremos. Lo que parece innegable es que el estado emocional, la forma de afrontar la enfermedad y el entorno humano que rodea al paciente son factores determinantes en su evolución.
Yo, personalmente, defiendo que un paciente con actitud positiva y esperanza tiene muchas más probabilidades de superar un cáncer que alguien que vive hundido en el miedo. No porque la actitud sustituya a la medicina, sino porque la potencia.
Al final, más allá de teorías, la pregunta que dejo abierta es esta:
¿Podemos curar un cáncer sólo con fármacos, o necesitamos también sanar el miedo, la soledad y la desesperanza que lo rodean?
Referencias
- Moriano F. Conferencia sobre la falsedad de la metástasis. Ivoox. 1995. Disponible en: https://www.ivoox.com/conferencia-completa-del-dr-fermin-moriano-sobre-la-audios-mp3_rf_982152_1.html
- Hamer RG. La Nueva Medicina Germánica. Burgdorf: Amici di Dirk; 1985.
- Massagué J, Obenauf AC. Metastatic colonization by circulating tumour cells. Nature. 2016;529(7586):298–306.
- Alix-Panabières C, Pantel K. Clinical Applications of Circulating Tumor Cells and Circulating Tumor DNA as Liquid Biopsy. Cancer Discov. 2016;6(5):479–91.
- Aceto N, et al. Circulating tumor cell clusters are oligoclonal precursors of breast cancer metastasis. Cell. 2014;158(5):1110–22.
- Antoni MH, et al. The influence of bio-behavioural factors on tumour biology: pathways and mechanisms. Nat Rev Cancer. 2006;6(3):240–8.
- Lutgendorf SK, Sood AK. Biobehavioral factors and cancer progression: physiological pathways and mechanisms. Psychosom Med. 2011;73(9):724–30.
- Chida Y, Hamer M, Wardle J, Steptoe A. Do stress-related psychosocial factors contribute to cancer incidence and survival? A meta-analysis. Nat Clin Pract Oncol. 2008;5(8):466–75.
- Thune-Boyle ICV, Stygall J, Keshtgar MRS, Newman SP. Do religious/spiritual coping strategies affect illness adjustment in patients with cancer? A systematic review. Soc Sci Med. 2006;63(1):151–64.
- Roepke AM, Seligman MEP. Positive psychology in cancer care: Bad science, exaggerated claims, or sensible practice? Cancer. 2016;122(14):2149–51.
- Whitford HS, Olver IN. The multidimensionality of spiritual wellbeing: peace, meaning, and faith and their association with quality of life and coping in oncology. J Clin Oncol. 2012;30(27):3432–9.
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